jueves, 18 de enero de 2018

MOLINOS EN EL GUADALQUIVIR A SU PASO POR CÓRDOBA

CONTINUAMOS.

LOS MOLINOS DEL GUADALQUIVIR

MOLINO DE ENMEDIO Y PÁPALO.

Visto desde el Puente Romano, el de Enmedio es el situado a la izquierda y el de Pápalo a la derecha. Actualmente se encuentran casi ocultos por la vegetación siendo enclaves importantes para la nidificación de las diferentes especies de avifauna que habitan en los Sotos de la Albolafia.

Molino de Enmedio
Molino Pápalo o de Don Tello
Diseminados por el cauce del río, bautizado por los árabes como Guadalquivir ("río grande o caudaloso ") a su paso por la ciudad patrimonio de la Humanidad, se encuentran los que otrora (en otro tiempo) fueran símbolos de la industria harinera de Córdoba y que hoy día permanecen insertados en un entorno paisajístico sin igual, siendo testigos mudos del devenir de la ciudad.

Molino de San Antonio
Inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histó -
rico Andaluz desde 2009, son un total de once molinos
harineros, datándose la construcción de la mayoría de ellos en los siglos VIII al XI, correspondiente a la domi-
nación árabe.

En las cercanías del Puente Romano encontramos los de
Molino de la Albolafia
San Antonio, de Enmedio, Pápalo y de la Albolafia,
mientras que en las proximidades del Puente de San Rafael se encuentran los de La Alegría, San Rafael y San Lorenzo o de Hierro.

Al estar situado en el cauce del río,estos molinos eran movidos por
 la fuerza del agua por lo que fueron aceña

Tras la conquista cristiana, todas las construcciones molineras pasaron a manos de la nobleza y de las órdenes religiosas. En la desamortización del siglo XIX, los que pertenecieron a la iglesia, pasaron a manos de particulares
permaneciendo casi todos en 
activo hasta 1942, año en el que se
prohibió la molienda artesanal y
algunos de ellos fueron  adaptados a centrales hidroeléctricas, siendo
 sustituidas sus piedras de moler por turbinas de hierro fundido.
En la actualidad todos están inactivos excepto el de la Alegría, convertido en sede del Museo Paleobotánico, el de Martos , que alberga el Museo Hidrológico y el de San Antonio que está concebido como sala de exposición.

LA NORIA DE LA ALBOLAFIA.

Antigua aceña, su origen se remonta a época romana. La rueda hidráulica fue mandada construir por Abderramán II para llevar el agua del río hasta el palacio de los Emires (actual Palacio Episcopal), en el siglo XII fue reconstruida por Abú I-Afiya, de donde le viene el nombre.
Sería el primero que cesaría en su actividad ya que Isabel La Católica durante su estancia en el Alcázar de los Reyes Cristianos, mandó desmantelar la rueda al no poder conciliar el sueño debido al chirriado causado por la misma.

En sucesivas épocas fue restaurado este molino, siendo la más importante la llevada a cabo durante la época del alcalde Antonio Cruz Conde, encargándole dicha intervención al arquitecto municipal Félix Hernandez quien llevó a cabo una copia fiel de la noria original.

Sin duda, el mas famoso de los edificios  cercanos al Puente Romano sea hoy conocido como Molino de la Albolafia, en parte por ser el más próximo a la ciudad ( en la margen derecha del Guadalquivir, junto al Alcázar y a la Mezquita Catedral), pero sobre todo por haber estado relacionado a lo largo de los siglos con la presencia de la noria de la Albolafia, un atractivo ingenio fluvial que se utilizaba para tomar el agua de riego de los jardines del Alcázar y que se mantuvo en uso al menos durante los siglos XIV y XV, tal como recogen algunos sellos del siglo XIV que han dado lugar a la imagen que hoy constituye el símbolo del Ayuntamiento de Córdoba. Esta noria estuvo ubicada en el actual molino de la Albolafia hasta 1492, fecha en que fue desmontada y sólo se repuso tras una actuación
del arquitecto Félix Hernandez en 1965








  Recuperación de los canales de la Albolafia a principios del siglo XX. A la derecha el molino de
Escalonias (desaparecido tras la construcción de la nueva  Avda. del Alcázar
Su nombre tal como lo conocemos hoy día, es probable que derive de uno de sus propietarios el linaje Cabrera, propietaria también del señorío de la Torre y cortijo de la Albolafia, situado en la campiña cordobesa cerca de Bujalance. En 1575 los molinos de la Albolafia ya habían cambiado su sistema al de regolfo, aunque los cambios en el edificio debieron ser mayores en el siglo XVII. El Catastro de Ensenada indica en 1752, "un molino nombrado de la Albolafia por bajo del Puente Mayor". A pesar de todos estos cambios documentados a lo largo de su historia, el aspecto exterior del molino permaneció prácticamente invariable entre los siglos XVI y XIX, pues si comparamos el dibujo que Wyngaerde hizo de él en 1565 con los grabados de David Roberts fechados en 1832 o las fotografías anteriores a 1900 podemos apreciar que en todos los casos el molino está formado por dos edificios
(el de Albolafia, rematado en forma de ábside en su extremo oriental, que es el que todavía existe ; y el de Escalonias, situado a su costado norte y que desapareció al construir la avenida del Alcázar)
alojados bajo los restos del acueducto de la noria, que conservaba tres arcos hasta el año 1900. desde 1910 el molino quedó reducido a la parte que actualmente vemos.




Así quedo terminada la obra de la avenida del Alcázar.
                                              
En 1914 el Estado pasó a ser propietario de la
finca y en 1955, de forma definitiva, la hacienda
Pública lo cedió gratuitamente al Ayuntamiento
de la capital, representado por su alcalde Antonio
Cruz Conde , y a partir de ahí se procedió a la
instalación de la noria por el arquitecto Félix
Hernández . Nuevamente restaurada en 1977,
la noria sufrió un incendio en 1993; recuperandose  un año después por los alumnos de la escuela taller del Alcázar de los Reyes
Cristianos


MOLINO DE SAN ANTONIO

Molino de San Antonio.i
Pudiendo datar su construcción en época medieval, hay documentos del siglo XVII que nos dicen que el molino contaba por esa época con una sola planta por lo que es de suponer que sufrió diversas intervenciones hasta llegar a tener la imagen que podemos ver en nuestros días. Durante sus últimos años de actividad, se dedico a la molienda de harina para cubrir las necesidades del ejército y a mediados del siglo XX su planta baja fue utilizada como astillero dónde se construyeron barcazas para navegar por el Guadalquivir.
El molino de San Antonio está situado en la margen derecha del Guadalquivir, próximo a la Torre de la Calahorra y compartiendo la llamada presa del Puente con los de Albolafia, Pápalo y Enmedio. En origen es probable que proceda de época islámica como otros molinos de Córdoba, aunque en este caso los primeros datos sobre este inmueble se remonta a los siglos XIV y XV, cuando fue conocido por los nombres de molino del Cascajar y molino del Infante. Estando compuesto en esos siglos de las típica ruedas verticales que identificaban a las aceñas. Durante el siglo XVI el molino del Cascajar pasó a ser conocido también como molino de Godoy o aceñas del Mayordomo, al convertirse la familia Godoy en sus nuevos propietarios, en Mayordomos del cabildo municipal. A esta fecha corresponde el grabado que Antón Van Den Wyngaerde realizó del molino y en el que aparee dotado con las características ruedas verticales  de aceñas y batanes. 

En estos primeros años del siglo XVIII se va a producir un cambio importante en la historia del molino, como es el progresivo abandono de los nombres  con que había sido conocido hasta la fecha (aceñas del Infante, del Mayordomo, del Cascajar) y su sustitución por el término que ha llegado al siglo XXI, molino de San Antonio. Este nombre debió imponerse a consecuencia de una imagen de San Antonio colocada en una hornacina sobre la puerta de entrada, tal como se ve en antiguos grabados del molino. El molino mantuvo su arquitectura primitiva recogida en el Registro de la Propiedad de 1867, siendo la única parte añadida después de esa fecha la planta superior que según los grabados y fotografías antiguas que de él se conservan, debió de ser edificada en torno a 1915 o 1920.

Permaneció este molino en propiedad privada hasta que en 2005 lo adquirió la empresa municipal Pro Córdoba; iniciando un proceso de restauración dirigido por el arquitecto cordobés Juan Cuenca Montilla, que finalizó en 2008. Mientras que las salas inferiores se han mantenido dejando a la vista la funcionalidad del molino en épocas pasadas, la sala superior se ha diseñado como un espacio de exposición o de interpretación permanente de los Sotos de la Albolafia.   

El molino San Antonio en el siglo XX
El arquitecto Juan Cuenca presenta la sala de Exposiciones 















MOLINO DE SAN RAFAEL Y MOLINO SAN LORENZO O DE HIERRO

Molino de San Rafael construido en la primera mitad del siglo XIX, fue fábrica de papel hasta 1840 y cuatro años mas tarde pasó a ser de producción harinera, siendo triple la sala dedicada a la molienda.

MOLINO DE SAN LORENZO O DEL HIERRO.

Contiguo al anterior, es el más cercano a la orilla. Su núcleo central es de planta cuadrada cubierta con una bóveda esquifada. El puente de acceso es de tres ojos, con dos crujías adosadas paralelas a la dirección de la corriente al oeste, y que se encuentra separados por arquería.
Molino de San Lorenzo
Molino de San Rafael






MOLINO DE LA ALEGRÍA

Construido entre dos canales aliviadores, con azud (máquina con que se saca agua de los ríos para regar los campos, generalmente una noria ) y puentecillo de conexión a tierra, la construcción anexa está dedicada a batán (edificio en que se encuentra la máquina hidráulica denominada de la misma forma ) y tiene tres salas en crujía paralelas dedicadas a molienda.

Su fachada cuenta con tres plantas, la baja es de piedra y las dos superiores son de ladrillo datadas éstas últimas en el siglo XIX.

Tras la rehabilitación del edificio en los primeros años de nuestro siglo XXI, se decidió adaptar el mismo a museo albergando en la actualidad el Museo Paleobotánico de Córdoba.

Integrado en el jardín botánico como Museo de Paleobotánico, este antiguo molino data de los siglos XV al XVI, conservando su actual estado según las reformas realizadas a comienzos del siglo XX. Se sitúa en la margen derecha del río. 




































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sábado, 6 de enero de 2018

DICHOS POPULARES

¿  Sabías qué ....  ?


METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS

La frase tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. La vara ( 835,9 mm) era una barra de madera o metal que servia para medir cualquier cosa y la alusión a las once vara es para exagerar la dimensión de la camisa que si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serian mas de nueve metros). La expresión se aplica para advertir la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.










        








        

miércoles, 3 de enero de 2018

DICHOS POPULARES

¿  SABÍAS  QUÉ ... ? 

MANDAR A LA PORRA

Antiguamente, en el ámbito militar, el soldado que ejecutaba el tambor mayor del regimiento llevaba un largo bastón, con el puño de plata y mucha historia detrás, al que se llamaba 
" Porra" . Por lo general, este bastón era clavado en un lugar alejado del campamento y señalaba el lugar  al que debía acudir el soldado que era castigado con arresto: 









"Valla usted a la porra", le gritaba el oficial y el soldado, efectivamente se dirigía a ese lugar y permanecía allí durante el tiempo que se mantenía el castigo. Posteriormente, fue cambiada la forma del castigo, pero la expresión mandar a la porra quedó en el uso del lenguaje del pueblo con un matiz netamente despectivo.



jueves, 28 de diciembre de 2017

Cortijo de los Frailes Jerónimos de Villarrubia (CÓRDOBA)

Cortijo de los Frailes Jerónimos de Villarruvia

Cortijo de los Frailes  vista sede el norte
Situado al oeste de la ciudad de Córdoba, a unos doce kilómetros, se encuentra la barriada periférica de Villarrubia, la cual, surgió como núcleo urbano debido a las numerosas explotaciones agrarias documentadas en la zona desde el siglo XV tales como : el Cortijo de Villarrubia, el Cortijo del Alamillo, el Cortijo del Rubio y el Cortijo de los Frailes Jerónimos, del cual trataremos a continuación

En los primeros años del siglo XX, la población experimentó un gran crecimiento debido a la instalación de la fábrica de la Azucarera de San Rafael en la barriada, atrayendo a muchas personas a trabajar en ella, no solo de la propia Córdoba, sino también de ciudades como Jaén o Granada. Unos años más tarde, abrirá sus puertas la Pimentera y algo  más tarde, se instalará la fábrica de Levadura, la única que sigue en funcionamiento en nuestros días.

En lo que se refiere al patrimonio histórico de la localidad, forman parte del mismo la iglesia de Nuestra Señora del Carmen y el edificio más notable, el Cortijo de los Frailes Jerónimos, que era parte del patrimonio rural del vecino Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, situado en la ladera de Sierra Morena, próxima al yacimiento arqueológico de Medina Azahara. Los monjes jerónimos, decidieron situar aquí una explotación agraria debido a la gran riqueza del terreno, perteneciente a la vega del Guadalquivir y ya desde época romana había sido usado este entorno para el mismo fin. Hace 2000 años, aunque no existía un asentamiento poblacional como hoy en día, ya había en las inmediaciones de la barriada un cierto número de enclaves rurales, al frente de las cuales se disponían grandes casas o villas al amparo de estas fértiles tierras, convirtiendo a Villarrubia y sus inmediaciones en un ámbito atractivo para el desarrollo de la agricultura de secano y también de regadío.

En un primer momento, fue conocido como Dehesa y Cortijo de Encinarejo y tras su desamortización en el siglo XIX, pasaría a ser designado Cortijo de los Frailes tal y como lo recoge Sáenz de Urraca en su relación de cortijos de la provincia de Córdoba escrita hacia 1872. En el término del cortijo se desarrolló el pueblo de Encinarejo, heredero de la antigua designación del cortijo.

El edificio que alberga el cortijo, es de amplias proporciones y está compuesto por una estructura peculiar que consta a su vez de todo un conjunto de piezas independientes y autónomas, cerradas al exterior cuya unión  a través de muros de cerramiento general la configuración de un patio interior de trazado irregular.
Puerta principal, cuadras y pajar derruido a la derecha.
A ambos lados de la entrada se encuentran los restos de lo que fueron las antiguas cuadras. Las más antiguas con dos plantas de altura, responden a una estructura lineal formada por tres crujías con arcadas en sus muros centrales, cubierta a dos aguas y forjado intermedio posiblemente para su uso como pajar o granero, compuesto por una viguería es cuadrada de madera y entablado superior, unida a las cuadras a través de un muro, acceso desde el exterior y patio interior, se encuentra la vivienda de los caseros, que se organiza bajo una configuración en L y tiene una planta de altura. Junto a esta también con carácter exento y con  acceso desde el patio interior, se ubica el señorío en una construcción de planta en U con patio privado interior, porticado desde el que se accede a pequeñas habitaciones semejantes a celdas, pues no olvidemos que sus antiguos propietarios fueron frailes pertenecientes a la orden de los Jerçonimos. A él se adosa la capilla que presenta una planta de cruz griega con un cimborrio octogonal rematado por una cubierta de pabellón en el crucero.
Entrada a la capilla                                                       Interior de la capilla

La almazara es la dependencia principal de producción y aunque exenta, se une al resto de construcciones mediante un muro perimetral que contribuye a la configuración de un espacio a modo de patio de molino ,presenta una estructura formada por dos naves en escuadra para sendas prensas de viga en cuya intersección se sitúa la torre de contrapeso con dos capillas. dos crujías contiguas albergaban los empiedros, permitiendo los arcos en los muros centrales la comunicación entre zonas de molturación y la de prensado. La torre de contrapeso posee un  tratamiento muy singular, al estar rematada por un mirador formado por huecos de medio punto y cubierta a cuatro 
aguas.  Hacia el siglo XIX se instaló en una de las  naves de prensado delante de la capilla de la torre de contrapeso, una prensa de torre que se manifiesta al exterior por un volumen macizo de sillería de planta rectangular y sección conopial con remate central. La torre de contrapeso adquiere un grado de formalización lejos de los patrones funcionales que rigen los modelos desarrollados habitualmente en el resto de la provincia.                                   

Torre prensa móvil y mirador                                        Torre de contrapeso y mirador posterior
La presencia de los dos sistemas de prensado para la obtención de aceite, el de viga y el de prensa de torre, acrecienta el interés de este edificio. El primero adquirió un gran protagonismo entre la Edad Media y el siglo XIX, constatándose su funcionamiento en algunos casos incluso hasta mediados del siglo XX. El segundo como tecnología normalmente asociada a explotaciones de olivar de menor escala o productividad, se desarrolló principalmente a lo largo del siglo XIX, estando vigente hasta mediados del siglo XX. Los dos sistemas estuvieron conviviendo aproximadamente un siglo, siendo especialmente significativo en el caso del Cortijo los Frailes.

Al exterior, junto a la capilla se sitúa una alberca de planta rectangular unida a los restos de lo que fue un antiguo jardín y en el que existen vestigios de una acequia. Ello pone de manifiesto la importancia del regadío asociado a la huerta, en esta explotación agrícola antes de la introducción de cultivos industriales. Así se encuentra en las inmediaciones del núcleo principal del cortijo otra edificación de menor entidad, formando un compacto bloque de dos alturas bajo tejado a dos aguas, destinadas en su día a casa huerta.
                 Patio almazara                                                                                Ruinas del patio de la almazara

Tras la desamortización, el edificio pasó a ser ocupado por familias que no disponían de recursos económicos y siguieron con la explotación agraria. En nuestros días, se encuentra en estado de abandono aunque hubo voluntad por parte de su actual propietario de rehabilitarlo y adecuar sus instalaciones a diferentes usos. 
Un enorme edificio el cortijo, compuesto de independientes piezas, unidas por muros de   
cerramiento,que da lugar a un irregular patio interior. A la entrada, izquierda y derecha las cuadras.    Unas de dos plantas y tres crujías que aún mantiene en pie sus arcadas en el muro central . Se pueden ver por las ventanas. Luego la vivienda de los caseros en forma de L. Más al fondo aún el señorio, con acceso desde el exterior, construcción formado una U, con el lateral norte derruido y patio interior con claustro que recuerda un convento posiblemente sean residuos de cuando estaban allí los frailes. 

                                                    Habitantes actuales del cortijo (Foto diario Córdoba 2015)

                                             Habitaciones señorío                                                   Vivienda caseros.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           


                                                      

Arten cordoba.com blog cortijo de los frailes jeronimos de villarrubia .














viernes, 15 de diciembre de 2017

¿ Sabias qué .... ?




MÁS FEO QUE PICIO                                                                                                                              Francisco Picio nacido en Alhendín (Granada), fue condenado a muerte por    razones desconocidas y ya en la capilla recibió el indulto. Tal fue su reacción 
que se le cayó el pelo, las cejas y le salieron tumores por toda la cara, causando una visión espantosa. Cuenta la leyenda que el párroco que fue a darle la extremaunción, ató el crucifijo a la punta de un palo para no acercarse a ese rostro tan espantoso.                                                                              

jueves, 14 de diciembre de 2017

DICHOS POPULARES.





¿ sabias qué. .?


Más chulo que un ocho




La expresión : Más chulo que un ocho


Se trata de una expresión muy castiza. Antiguamente 
en Madrid cuando aún había tranvía, era el tranvía 
número 8 el que llevaba a los chulapos y chulapas 
a la verbena.




miércoles, 13 de diciembre de 2017

DICHOS POPULARES

¿ sabías qué . . .?


las paredes oyen

Cuentan los cronistas que la reina Catalina de Médicis, esposa de Enrique II, rey de Francia, era muy desconfiada y perseguidora implacable de sus posibles rivales. Para poder escuchar mejor a las personas de las que más sospechaba, mandó practicar una red de taladros , hábilmente disimulados entre las molduras, en las paredes y techos del palacio Real. Este sistema de espionaje dio origen a la frase

las paredes oyen “.