jueves, 15 de marzo de 2012

NUEVO TESTAMENTO




















LAS TENTACIONES
















Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu para que el diablo lo tentara. Ayunó cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre.








El tentador se le acercó y le dijo:








-Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.








Le contestó:








-Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino también de todo lo que Dios vaya diciendo”.








Entonce se lo llevó el diablo a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:








-Si eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque está escrito: “A sus ángeles ha dado órdenes para que cuiden de ti”; y también: “ te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras”.








Jesús le repuso:








-También está escrito; “No tentarás al Señor tu Dios”.








Todavía lo llevó el diablo a un monte altísimo y le mostró todos los reinos del mundo con su gloria, diciéndole:








-Te daré todo eso si te postra y me rindes homenaje.








Entonces le replicó Jesús:








-Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor tu Dios rendirás homenaje y solo a él prestarás servicio”.








Entonces lo dejó el diablo; en esto se acercaron unos ángeles y se unieron a servirle.
















La tentación describe por contraste el compromiso hecho por Jesús en el bautismo. El desierto recuerda el éxodo de Israel, donde éste fue infiel a Dios, Jesús va a mostrar la firmeza de su propósito, manifestando cuáles son las principales tentaciones del hombre, a las que él no sucumbe. Anticipa las propuestas que Jesús irá encontrando a lo largo de su actividad.








El ayuno no es preparatorio ni pretende obtener dos divinos. Alude a los de Moisés y Elías, para indicar que Jesús supera a las grandes figuras del pasado.








El diablo/Satanás, el enemigo del hombre. Su propósito es desviar a Jesús de su misión salvadora. Los panes relacionan este texto con los dos episodios donde Jesús alimenta a una multitud compartiendo el pan. La abundancia de pan no será efecto de un despliegue de poder, sino del compartir continuando la generosidad divina. La tentación quiere inducir a Jesús a actuar prescindiendo del plan de Dios: ateísmo práctico. No basta la prosperidad material; el desarrollo del hombre está en la fidelidad continua a Dios.








La ciudad santa, donde está el templo. Se esperaba que el Mesías se manifestara desde el alero del templo: invitación a acomodarse a las ideas mesiánicas del tiempo. Invita a Jesús a un providencialismo literalista e irresponsable. No hay que forzar la acción de Dios.








Ultima y definitiva tentación. Monte, lugar de Dios o de los dioses; “altísimo” la suprema condición divina. Ofrece el imperio universal (todos los reinos del mundo). Para Mt, (Mateo) el poder y la gloria del mundo son satánicos. El tentador pretende que en vez de salvar a la humanidad se haga súbdito y agente suyo (rendir homenaje). Utilizar el poder, con sus presupuestos de riqueza y prestigio, equivale a traicionar el plan salvador. Satanás encarna el poder que tienta la ambición del hombre y lo convierte en enemigo del género humano. Respuesta definitiva de Jesús, derrota del tentador. No se puede servir a dos señores. Los textos del Dt (Denteronomio) usados por Jesús no tienen carácter mesiánico; se aplican a todo hombre, las tentaciones no son exclusivas suyas.

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