miércoles, 30 de noviembre de 2016

HISTORIA E IGLESIAS DE CORDOBA

SAN JOSÉ Y SAN CAYETANO



BARRIO DE LOS TOREROS DE CÓRDOBA


La Iglesia de San José o de San Cayetano, está ubicada en la cuesta del mismo nombre,
perpendicular a la Avenida de las Ollerias (antigua avenida Obispo Pérez Muñoz) y paralela a la calle Alonso el Sabio (hay un callejón que une ambas). En el lateral se encuentra el convento carmelita y en la parte posterior el Colegio Virgen del Carmen.

El nombre original suyo fue Iglesia o Convento de San José, santo que está en una capilla lateral y que en su momento fue muy venerado, además de encontrarse en una hornacina en la fachada principal.




El edificio se inició en 1638 y se finalizó en 1656 después de muchas vicisitudes y cambios en el planteamiento inicial, sufriendo incluso en el siglo XVIII importantes reformas.

La Iglesia es de estilo barroco como se puede apreciar en su interior, con frescos en toda la bóveda central, capillas laterales a lo largo de la misma y con un retablo en el que se encuentra la imagen de la Virgen del Carmen que se procesiona por la cuesta y el barrio de Santa Marina todos los 16 de julio por los miembros de la Hermandar del Carmen.

A la derecha del altar se encuentra la imagen de Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia y Mística del Siglo de Oro español, y el acceso al patio del convento.

En el lado contrario se encuentra un una capilla de mayor tamaño, ocupando toda la nave de la cruz izquierda, la dedicada a Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, titulares de la Hermandad de Jesús Caído.

En la parte superior del centro de la nave y a lo largo de ella se encuentran enormes cuadros representando diferentes escenas y santos.

La Hermandad de Jesús Caído y la Soledad es una de las más antiguas de Córdoba. Sus inicios se remontan al siglo XVII, cuando la imagen de Jesús llega al Convento. Erigida canónicamente en la Iglesia de San Cayetano convento de los Padres Carmelitas Descalzos, dentro de la demarcación territorial de la parroquia de Santa Marina.

Dicha Cofradía es llamada popularmente de la “Hermandad de los Toreros”, debido a su proximidad con lo que fue el barrio del Matadero Viejo junto a la Torre de la Malmuerta.

Bajo el altar Mayor del Convento de San Cayetano y en la Capilla de Gestus existen criptas donde enterraban a los frailes de esta congregación. Las condiciones de las criptas dieron lugar a la momificación de los restos allí inhumados.

Cuenta Ramírez de Arellano en Paseos por Córdoba que los nichos tuvieron que ser sellados ya que, entre otras profamaciones, algunas momias fueron empleadas para gastar bromas pesadas al sacristán de la iglesia, quién al ir a acostarse encontró en su cama una de las momias. Cuando se levantó asustado, vio que habían colocado varias de ellas por toda la habitación.

La Chimenea construida en la Plaza de la Flor del Olivo, sobre terrenos de la antigua Fábrica de Aceites San Antonio, de la que conserva en su centro el chimeneón, como monumento a la primera expansión industrial de Córdoba. El “chimeneón de Carbonell”, popularmente conocido con “El chimeneón”, es una antigua chimenea industrial situada en la plaza de la flor del olivo. Perteneció a la antigua fábrica de aceites “San Antonio”, propiedad de la empresa Carbonell. De estilo neomudéjar, fue construida en 1903 por el arquitecto Adolfo Castiñeyra Boloix. Al urbanizar la zona se decidió su conservación para que sirviese de testimonio y recuerdo de la primera expansión industrial de Córdoba, tal como se indica en la placa situada al pie de la misma.



1866 – En julio de este año, Antonio Carbonell y su familia fundaron la marca “La Providencia – Carbonell “ y empezaron a elaborar y comercializar aceite de oliva en Córdoba. Este empresario, nació en Alcoy y amante del aceite de oliva, asoció desde un principio la calidad a la marca. Fue
Proveedor Oficial de la Casa Real. Antonio Carbonell y Llácer, capitalista del siglo XIX, funda la Casa Carbonell en Córdoba convencido de que el aceite de oliva, comercializado con las exigencias de calidad que requería el mercado internacional, sería una fuente de riqueza y de trabajo para el campo andaluz.




martes, 22 de noviembre de 2016

HISTORIA Y LEYENDAS DE CÓRDOBA

LAS CAMPANAS DEL HOSPICIO


Muchas es la fama que tuvo en Córdoba el Beato Francisco de Posadas, fundador del monasterio de Scala Coeli y preocupado siempre por los mas desfavorecidos. La fama le llegó antes de muerto, siendo enterrado en secreto durante la noche ante el temor de que el populacho se desbordara y tratare de coger alguna reliquia.

Entre los muchos milagros que se le atribuyen, cuentan que una noche las campanas de un hospicio que él mismo había fundado comenzaron a repicar. Los monjes, alarmados se levantaron por ver que ocurría, mas nada encontraron fuera de lo normal. Volvieron pues a sus celdas y olvidaron el suceso. Pasado un tiempo, tuvieron noticias de que unos ladrones habían sido detenidos. Entre otros crímenes, confesaron haber entrado en la capilla del hospicio para robar, y haber tenido que huir, pues algún fraile dio la alarma haciendo sonar las campanas. Los frailes, conocido el suceso, se miraron extrañados, pues ninguno había subido aquella noche al campanario. No sabiendo encontrar otra explicación, se arrodillaron dando gracias al beato por el milagro que había hecho.

Francisco de Posadas, nació el 25 de Septiembre de 1644 y muere el día 20 der Septiembre de 1713. Hijo de familia humilde venida a menos, subsistieron vendiendo verduras y huevos. Ayudados por los dominicos del Convento de San Pablo así como los jesuitas del Colegio de Santa Catalina en la plaza de la Compañía

Solicita entrar en el Convento del San Pablo en el año 1661, fue rechazado en primera instancia por sus orígenes familiares,aunque en el año 1662 es admitido en el Convento de Scala Coeli. Predicador de fama y oratoria ardiente, llegó a prohibir las representaciones teatrales.

Fue consejero y confesor del Padre Cristóbal de Santa Catalina, fundador de las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno, que se dedicaron en un principio mediante un hospitalito a recoger mujeres de mal vivir ya enfermas.

Él también fue fundador de un hospitalito para desamparados en la Puerta del Rincón. Renunció dos veces a ser nombrado obispo; este gesto queda recogido en varios lienzos pintados del Beato, donde las mitras están posicionadas en el suelo. Fue beatificado por Pio VII el 20 de septiembre de 1818.

EL HOSPITAL DEL PADRE

 POSADAS





El edificio a que nos referimos es el que aún se ve con la puerta de la iglesia junto a la del Rincón, y otra pequeña casi al entrar en el callejón del Adarve. Fue un hospital que a principios del siglo XV fundó la actual cofradía del Santísimo en Santa Marina, acogiendo en aquel lugar a algunos enfermos y a los cofrades que no contaban con medios para curarse en sus casas.

En 1580, careciendo los frailes de Scala Coeli de una hospedería en Córdoba, y no queriendo recibir ese favor de los de San Pablo, se fijaron en este hospital de San Bartolomé e hicieron un contrato por el que tenían derecho a hospedarse, en cambio de ciertas obligaciones que se le impusieron.

" El Padre Posadas dando las reglas y constituciones a los servitas de
San Jacinto en 1707". Lienzo del siglo xix.  Iglesia de los Dolores. 
Cuando la exclaustración, la Hacienda recogió el edificio como propiedad de aquel convento, pero reclamado por la cofradía se mandó entregar a la junta de Beneficencia, y la Diputación Provincial propuso y obtuvo una real orden, fecha 21 de Enero de 1840, disponiendo la venta y que su producto sirviese de base para la dotación de un banco de empeño y caja de ahorros en esta capital, útil idea que no se realizó, siguiendo aquel local arrendado y su renta incorporada al hospital provincial de Crónicos. En virtud de la ley de desamortización de 1855 se vendió, comprándolo el señor Marqués de Guadalcazar, quien en un principio se dijo lo iba a incorporar a sus casas, variando el callejón del Adarve. Lo tiene destinado a atarazana de los efectos para sus obras.                                                                                                                            









sábado, 5 de noviembre de 2016

LEYENDAS CORDOBESAS

LA CALLE ABRAZAMOZAS

La actual calle de Valdés Leal se llamó Abrazamozas, porque así es como llamaban a los jóvenes que salían de noche buscando aventuras amorosas. Vivía en el barrio uno que ademas de los requiebros, solía esconderse en la calleja y sorprender a las damas que paseaban solas, a fin de poder abrazarlas en la oscuridad.

Una noche en que regresaba a casa vio a una bella joven que bajaba por la calle Málaga hacia el barrio de San Juan. El joven decidió seguirla al tiempo que le dedicaba sus mas ingeniosos requiebros. Ella le rogó que la dejara tranquila, mas el joven continuó su camino, redoblando sus esfuerzos. Ella le rogó nuevamente que no insistiera más, pero el joven, envalentonado, le cortó el paso y prometió dejarla seguir su camino si la abrazaba primero. La joven le miró y cedió, no sin antes advertir al muchacho el peligro que con ello corría. Mas él no atendía a razones; así pues, ella abrió los brazos y él la abrazo; mas en lugar de encontrar un cuerpo esbelto, sintió la frialdad de unos huesos desnudos bajo la túnica. Trató de soltarlo, sin éxito, y horrorizado, cayó desmayado.


A la mañana siguiente, lo encontraron sus amigos durmiendo en la esquina de la calle y él contó lo sucedido. Estos pensando que había sido un mal sueño por los efectos del vino, tuvieron diversión a su costa para un buen tiempo. Sueño o no, el joven lo tomó como una seria advertencia a su mal comportamiento y nunca mas molestó a dama alguna en los oscuros callejones de la ciudad.