jueves, 25 de enero de 2018

POETA ESPAÑOL DEL SIGLO DE ORO

INCA GARCILASO DE LA VEGA


GÓMEZ SUÁREZ DE FIGUEROA , apodado Inca Garcilaso de la Vega (Cuzco, Gobernación de Nueva Castilla , 12 de Abril de 1539 - Córdoba, Corona de Castilla, 23 de Abril de 1616, fue un escritor e historiador peruano de ascendencia Inca y Española.
                           
                                   Información personal   
                          
                                   Nombre de 
                                   nacimiento    Gómez Suárez de Figueroa
                                    
                                   Nacimiento    12 de abril de 1539
                                                          Cuzco, Nueva Castilla, Corona de Castilla

                                   Fallecimiento   23 de abril de 1616 ( 77 años )
                                                           Córdoba, Corona de Castilla

                                   Nacionalidad    Peruano y Español

                                  Padre              Sebastián Garcilaso de la Vega
                                  Madre               Isabel Chimpu Ocllo

                                  Información profesional:

                                  Ocupación        Escritor, Historiador
                                   Género             Poesía
                                   Obras notables Diálogos de Amor (Traducción 1590 )
                                                             La Florida del Inca 1605
                                                             Comentarios Reales de los Inca 1609
                                                              Historia General del Perú 1617.  
            
 Se le considera como el "primer mestizo biológico y espiritual de América", o en otras palabras , el primer mestizo racial y cultural de América que supo asumir y conciliar sus dos herencias culturales: la indígena americana y la europea, alcanzando al mismo tiempo gran renombre intelectual. Luis Alberto Sánchez lo describe como el "primer mestizo de personalidad y ascendencia universal que parió América. 

Se le conoce también como el "príncipe de los escritores del Nuevo Mundo", pues su obra literaria que se ubica en el periodo del Renacimiento, se destaca por un gran dominio y manejo del idioma castellano, tal como lo han reconocido críticos como Menéndez y Pelayo, Ricardo Rojas, Raúl Porras Barrenechea y José de la Riva Agüero y Osma. Augusto Tamayo Vargas afirma que "Si la historia y la prosa de ficción se ejemplariza en Garcilaso, también el ensayo tiene en él un alto representante. Mario Vargas Llosa le reconoce también dotes de consumado narrador, destacando su prosa bella y elegante.

Temporalmente se le ubica en la época de los cronistas post toledanos (es decir, de la etapa posterior al gobierno del virrey Francisco de Toledo), durante el periodo colonial (finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII). Desde el punto de vista estrictamente historiográfico,su obra tuvo mucha influencia en los historiadores peruanos hasta finales del siglo XIX, cuando surgieron críticos que empezaron a cuestionar la veracidad de sus informaciones. Su padre fue sobrino del célebre poeta Garcilaso de la Vega del Siglo de Oro de España, por lo que el Inca Garcilaso de la Vega sería sobrino-nieto por parte de la familia de su padre del famoso poeta renacentista castellano.

En su obra cumbre, los Comentarios Reales de los Incas, publicada en Lisboa en 1609, expuso la historia cultura y costumbres de los incas y otros pueblos del antiguo Perú, libro que luego del levantamiento de Tuca Amaru II sería prohibido por la Corona española en todas sus colonias de América, al considerarla  sediciosa y peligrosa para sus intereses, pues alentaba el recuerdo de los incas. Esta prohibición rigió desde 1781, aunque la obra se siguió imprimiendo en España.

Otras obras importantes del Inca Garcilaso son La Florida del Inca (Lisboa 1605 ), que es un relato de la conquista española de Florida; y la Segunda parte de los Comentarios Reales, más conocida como Historia General del Perú (Córdoba 1617), publicada póstumamente, donde el autor trata sobre la conquista del Perú y el inicio del Virreinato.


PRIMEROS AÑOS

Era hijo del conquistador español capitán Garcilaso de la Vega, de la nobleza extremeña y de la princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina del Inca Huayna Cápac emperador del "reino de las cuatro partes o suyos" o Tahuantinsuyo ( nombre del imperio incaico en su lengua nativa quechua). Su nombre de bautismo fue Gómez Suárez de Figueroa, que tiempo después. radicando en España, se lo cambiaría por el de Inca Garcilaso de la Vega.

Gracia a la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción pizarrista, fue bautizado con los apellidos ilustres del mayor de sus tíos paternos y de otros antepasados que pertenecieron a la casa de Feria. Recibió en el Cuzco una esmerada educación en primeras letras a cargo de Juan de Alcobaza, al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegitimos como él, pero durante sus primeros años también estuvo en estrecho contacto con su madre y con lo más selecto de la nobleza inca, entre los que se contaban los hijos de Huayna Cápac: Paullu Inca Y Tito Auqui.Accedió pues a la instrucción de los amautas o sabios incas versados en la mitología y cultura inca.

Estas y otras semejantes pláticas tenían los incas y Pallas en sus visitas, y con la memoria del bien perdido siempre acababan su conversación en lágrimas y llanto, diciendo: "Trocósenos el reinar en vasallaje," En estas pláticas, yo como muchacho entraba y salia muchas veces donde ellos estaban y me holgaba de las oír, como holgaban los tales de oír fábulas. 

Sin embargo, su padre se vio obligado a abandonar a la princesa inca a causa de la presión de la corona para que los nobles españoles se casasen con damas nobles españolas, y así lo hizo para matrimonial con Luisa Martel de los Ríos; sin embargo no lo hizo sin conceder antes a su madre una cuantiosa dote que le sirvió para casarse con Juan del Pedroche, un soldado peninsular, de la que tendría el inca dos medias hermanas, Luisa de Herrera y Ana Ruiz. 

Su adolescencia estuvo ensombrecida por las cruentas guerras civiles del Perú, y él y su padre padecieron la persecución de los rebeldes Gonzalo Pizarro y Francisco Carvajal. Su padre optó por enrolarse en el bando de Pizarro, aunque forzadamente, según contaría mas tarde el Inca Garcilaso, pero retornó al bando real sumándose al ejército del presidente Pedro de la Gasca durante la batalla de Jaquijahuana, por lo que fue conocido despectivamente como el "leal de de tres horas". Este episodio tendría luego mucha repercusión en la vida posterior del Inca Garcilaso.

Hacia 1550, el todavía pequeño Garcilaso fue enviado a Charcas, para volver después al Cuzco, donde fue testigo de la rebelión de Francisco Hernández Girón, ocasión en la cual ayudó a su padre, entonces alcalde ordinario de la ciudad, a huir por los tejados de las casas (1553 ). Su padre le tuvo en gran estima como demuestra el hecho del cariño que le demostró su hijo en sus escritos y el hecho de que le legara en su testamento (1559 ) tierras en la región de Paucartambo y cuatro mil pesos de oro y plata "ensayados" (es decir, de la más probada calidad ) para que el joven mestizo cursara estudios en España.


EN ESPAÑA


El 20 de Enero de 1560, a los veintiún años de edad y poco después del fallecimiento de su padre, Garcilaso salió del Cuzco rumbo a la ciudad de Lima, dispuesto a embarcarse hacia España. Este viaje se mostraría particularmente arriesgado. Partió del puerto del Callao, estuvo a punto de naufragar en la isla de Gorgona, cruzó a lomos de acémila el istmo de Panamá, llegó a Cartagena de Indias, para tomar la ruta de los galeones hasta la Habana y las Azores, donde un marinero portugués le salvó la vida antes de llegar a Lisboa.


MONTILLA


Tras una breve estancia en Extremadura, donde visitó a unos familiares, se estableció en la ciudad cordobesa de Montilla donde residía su tío Alonso de Vargas. Luego en 1561, se trasladó a Madrid a solicitar algunas mercedes que la Corona le debía a su padre por sus servicios en el Perú, y allí conoció al conquistador Gonzalo Silvestre, quien le suministró numerosos datos para su obra  La Florida del Inca. Su solicitud a la Corona le fue denegada (acusaron a su padre de favorecer al rebelde Gonzalo Pizarro dándole un caballo que le salvó la vida en la batalla de Huarina, y tal versión fue apoyada por los cronistas de indias oficiales). Desengañado, pensó en volver a Perú en 1563, pero optó por permanecer en la península y seguir la carrera militar, como su padre. Abandonó el nombre de Gómez de Figueroa y firmó ya para siempre con el de Garcilaso de la Vega, por el que sería conocido por la posteridad.


CARRERA MILITAR



Como su padre, logró el grado de capitán, y tomó parte en la represión de la Rebelión de las Alpujarras de los moriscos de Granada bajo el mando de don Juan de Austria (1569 ). Entre 1570 y 1571 se enteró de la muerte de su madre y de su amado tío Alonso de Vargas; este último le adjudicó bienes  en su testamento que hicieron que en el futuro no tuviese que preocuparse de su sustento y aún disfrutarse de cierta holgura. En 1586 falleció su tía doña Luisa Ponce, viuda de su tío Alonso, cuyos bienes acrecentaron aún más su bienestar económico y le posibilitaron entregarse a la cultura. En 1590, muy probablemente dolido por la poca consideración en que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejo las armas y entró en la religión.


FORMACIÓN HUMANÍSTICA


Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas. Fruto de esas lecturas fue la celebrada traducción del italiano que hizo de los Diálogos de amor del filósofo neoplatónico León Hebreo, que dio a conocer en Madrid coma La Traducción del Indio de los Tres Diálogos de Amor de León Hebreo (su prólogo está fechado en Montilla, 1586). Fue su primer libro, y la primera obra literaria de valor superlativo hecha por un americano en Europa. Ya por entonces firmaba como Garcilaso Inca de la Vega y se presentaba como hijo del Cuzco, ciudad a la que definía como cabeza de imperio. Por entonces tuvo una relación estrictamente comercial con el célebre Luis de Góngora, y en Montilla coincidió con Miguel de Cervantes, que recaudaba fondos para la corona. Y parece que Cervantes conocía las obras del insigne mestizo: había leído la traducción por Garcilaso de los Diálogos de amor de León Hebreo.


CÓRDOBA

Se trasladó a Córdoba en 1591, y se relacionó con algunos doctores como el jesuita Juan de Pineda, quien la instó a preparar un comentario piadoso de las lamentaciones de Job. Por entonces continuaba recopilando material para sus proyectadas obras sobre la conquista de la Florida y del Perú, así como todo lo relacionado con el imperio inca. Una de esas fuentes fue la crónica hoy perdida de Blas Valera.

En 1596 escribió la Genealogía o Relación de la descendencia del famoso Garci Pérez de Vargas, nombre de un célebre capitán que fue antepasado suyo,obra que no se publicaría hasta el siglo XX.

Simultáneamente se relacionó con soldados participantes de la conquista de la Florida y se encontró con dos, Alonso Carmona y Juan Coles, que le obligaron a retocar lo que ya tenía escrito sobre la expedición de Hernando de Soto. En 1605 publicó finalmente la obra en Lisboa, con el título de la Florida del Inca. En 1609 apareció publicada también en Lisboa, la Primera Parte de su obra cumbre. los Comentarios de los Incas, impreso en una buena edición por Pedro Craesbeeck y dedicado a la princesa Catalina de Portugal, Duquesa de Braganza. Hacia 1612 culminó la Segunda Parte de esta obra que fue publicada póstumamente en Córdoba en 1617, con el título de Historia General del Perú y dedicado a la Virgen María. En 1612 Garcilaso compró la Capilla de las Ánimas en la Mezquita- catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán y donde quiere ser enterrado, y fallece cuatro años después, entre el 22 y el 24 de abril de 1616 como fechas probables. En aquella capilla sus albaceas grabaron una lápida.


El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria, Ilustre en sangre, perito en letras, valiente en armas, Hijo de Garcilaso de la Vega, de las Casas de los duque de Feria e infantado y de Elisabeth, hermana de Huayna Capac, último emperador de las Indias. Comentó la Florida, tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios reales. Vivió en Córdoba con mucha religión. Murió ejemplar, dotó a esta capilla. Enterrarse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del purgatorio. Son patronos perpetuos los señores Deán y Cabildo de esta santa iglesia. Falleció 23 de Abril de 1616.

El 25 de noviembre de 1978 el rey Juan Carlos I de España hizo entrega de una arqueta que contenía una parte de sus cenizas, actualmente reposan en la Catedral del Cusco.


O B R A S 

Siguiendo las corrientes humanistas europeas en boga en su tiempo, Garcilaso, el Inca inició un ambicioso y original proyecto historiográfico centrado en el pasado americano y en especial en el del Virreinato del Perú. Considerado como el padre de las letras del continente, en 1605 dio a conocer en Lisboa su Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en la Florida del Inca. La obra contiene la crónica de la expedición de aquel conquistador, de acuerdo con los relatos que recogió él mismo durante años, y defiende la legitimidad de imponer en aquellos territorios la soberanía española para someterlos a la jurisdicción cristiana. El título más célebre de Garcilaso el Inca, sin embargo, fueron los Comentarios Reales de los Incas, la primera parte de los cuales apareció en 1609, también en Lisboa publicada por Pedro Craesbeeck. Escrito a partir de sus propios recuerdos de infancia y juventud, escuchado directamente de sus parientes, de contactos epistolares y visitas a personajes destacados del Virreibato del Perú, el relato constituye, pese a los problemas de sus fuentes orales y escritas y a las incongruencias de muchas fechas, uno de los intentos más logrados tanto conceptual como estilísticamente, de salvaguardar la memoria de las tradiciones de la literatura latinoamericana. La segunda parte fue publicada en Córdoba en 1617, con el título de Historia General del Perú, nombre que le impuso arbitrariamente el  editor.

Historia general del Perú, trata el descubrimiento de el y como  ganaron los españoles las guerras civiles que hubo entre Piçarros y Almagros, sobre la repartida de la tierra, castigos y levantamiento de tiranos y otros sucesos  particulares.

Esta obra que es la más extensa que ha producido su pluma, desarrolla con estilo vibrante la conquista del Perú, las guerras civiles entre conquistadores y la instauración del Virreinato del Perú, así como la resistencia de los incas de Vilcabamba, que culmina con la ejecución del último de estos, Túpac Amaru I en la plaza del Cuzco en 1572. Incluye en sus páginas una rehabilitación de su padre, el capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, desprestigiado ante la Corona por haber militado en el bando del rebelde Gonzalo Pizarro. 


Sus obras reflejan lo siguiente.

1. Él recibió una educación formal esmerada, tanto en su patria como en España, pues aparte de sus dos lenguas maternas (español y quechua ) hablaba latín. 
2. Su familia materna eran los antiguos gobernantes Incas, y por ello el describe a los incas como monarcas benévolos que gobernaban un país donde todos vivían en una patria de justicia y abundancia, donde no había mendigos ni ociosos.
3. Garcilaso niega que en el tiempo de los incas se hicieran sacrificios humanos, pero reconoce que era una práctica ancestral anterior al imperio inca. en una época brumosa a la que denomina gentilidad. Precisamente afirma que la misión de los incas fue la de civilizar a los pueblos bárbaros que practicaban otras costumbres abominables como la antropofagia y la sodomía.           
       
EL INCA - SHAKESPEARE - CERVANTES



REYES CATÓLICOS.







     

           













    






  

     

copiado de wikipedia,
la enciclopedia libre.

jueves, 18 de enero de 2018

MOLINOS EN EL GUADALQUIVIR A SU PASO POR CÓRDOBA

CONTINUAMOS.

LOS MOLINOS DEL GUADALQUIVIR

MOLINO DE ENMEDIO Y PÁPALO.

Visto desde el Puente Romano, el de Enmedio es el situado a la izquierda y el de Pápalo a la derecha. Actualmente se encuentran casi ocultos por la vegetación siendo enclaves importantes para la nidificación de las diferentes especies de avifauna que habitan en los Sotos de la Albolafia.

Molino de Enmedio
Molino Pápalo o de Don Tello
Diseminados por el cauce del río, bautizado por los árabes como Guadalquivir ("río grande o caudaloso ") a su paso por la ciudad patrimonio de la Humanidad, se encuentran los que otrora (en otro tiempo) fueran símbolos de la industria harinera de Córdoba y que hoy día permanecen insertados en un entorno paisajístico sin igual, siendo testigos mudos del devenir de la ciudad.

Molino de San Antonio
Inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histó -
rico Andaluz desde 2009, son un total de once molinos
harineros, datándose la construcción de la mayoría de ellos en los siglos VIII al XI, correspondiente a la domi-
nación árabe.

En las cercanías del Puente Romano encontramos los de
Molino de la Albolafia
San Antonio, de Enmedio, Pápalo y de la Albolafia,
mientras que en las proximidades del Puente de San Rafael se encuentran los de La Alegría, San Rafael y San Lorenzo o de Hierro.

Al estar situado en el cauce del río,estos molinos eran movidos por
 la fuerza del agua por lo que fueron aceña

Tras la conquista cristiana, todas las construcciones molineras pasaron a manos de la nobleza y de las órdenes religiosas. En la desamortización del siglo XIX, los que pertenecieron a la iglesia, pasaron a manos de particulares
permaneciendo casi todos en 
activo hasta 1942, año en el que se
prohibió la molienda artesanal y
algunos de ellos fueron  adaptados a centrales hidroeléctricas, siendo
 sustituidas sus piedras de moler por turbinas de hierro fundido.
En la actualidad todos están inactivos excepto el de la Alegría, convertido en sede del Museo Paleobotánico, el de Martos , que alberga el Museo Hidrológico y el de San Antonio que está concebido como sala de exposición.

LA NORIA DE LA ALBOLAFIA.

Antigua aceña, su origen se remonta a época romana. La rueda hidráulica fue mandada construir por Abderramán II para llevar el agua del río hasta el palacio de los Emires (actual Palacio Episcopal), en el siglo XII fue reconstruida por Abú I-Afiya, de donde le viene el nombre.
Sería el primero que cesaría en su actividad ya que Isabel La Católica durante su estancia en el Alcázar de los Reyes Cristianos, mandó desmantelar la rueda al no poder conciliar el sueño debido al chirriado causado por la misma.

En sucesivas épocas fue restaurado este molino, siendo la más importante la llevada a cabo durante la época del alcalde Antonio Cruz Conde, encargándole dicha intervención al arquitecto municipal Félix Hernandez quien llevó a cabo una copia fiel de la noria original.

Sin duda, el mas famoso de los edificios  cercanos al Puente Romano sea hoy conocido como Molino de la Albolafia, en parte por ser el más próximo a la ciudad ( en la margen derecha del Guadalquivir, junto al Alcázar y a la Mezquita Catedral), pero sobre todo por haber estado relacionado a lo largo de los siglos con la presencia de la noria de la Albolafia, un atractivo ingenio fluvial que se utilizaba para tomar el agua de riego de los jardines del Alcázar y que se mantuvo en uso al menos durante los siglos XIV y XV, tal como recogen algunos sellos del siglo XIV que han dado lugar a la imagen que hoy constituye el símbolo del Ayuntamiento de Córdoba. Esta noria estuvo ubicada en el actual molino de la Albolafia hasta 1492, fecha en que fue desmontada y sólo se repuso tras una actuación
del arquitecto Félix Hernandez en 1965








  Recuperación de los canales de la Albolafia a principios del siglo XX. A la derecha el molino de
Escalonias (desaparecido tras la construcción de la nueva  Avda. del Alcázar
Su nombre tal como lo conocemos hoy día, es probable que derive de uno de sus propietarios el linaje Cabrera, propietaria también del señorío de la Torre y cortijo de la Albolafia, situado en la campiña cordobesa cerca de Bujalance. En 1575 los molinos de la Albolafia ya habían cambiado su sistema al de regolfo, aunque los cambios en el edificio debieron ser mayores en el siglo XVII. El Catastro de Ensenada indica en 1752, "un molino nombrado de la Albolafia por bajo del Puente Mayor". A pesar de todos estos cambios documentados a lo largo de su historia, el aspecto exterior del molino permaneció prácticamente invariable entre los siglos XVI y XIX, pues si comparamos el dibujo que Wyngaerde hizo de él en 1565 con los grabados de David Roberts fechados en 1832 o las fotografías anteriores a 1900 podemos apreciar que en todos los casos el molino está formado por dos edificios
(el de Albolafia, rematado en forma de ábside en su extremo oriental, que es el que todavía existe ; y el de Escalonias, situado a su costado norte y que desapareció al construir la avenida del Alcázar)
alojados bajo los restos del acueducto de la noria, que conservaba tres arcos hasta el año 1900. desde 1910 el molino quedó reducido a la parte que actualmente vemos.




Así quedo terminada la obra de la avenida del Alcázar.
                                              
En 1914 el Estado pasó a ser propietario de la
finca y en 1955, de forma definitiva, la hacienda
Pública lo cedió gratuitamente al Ayuntamiento
de la capital, representado por su alcalde Antonio
Cruz Conde , y a partir de ahí se procedió a la
instalación de la noria por el arquitecto Félix
Hernández . Nuevamente restaurada en 1977,
la noria sufrió un incendio en 1993; recuperandose  un año después por los alumnos de la escuela taller del Alcázar de los Reyes
Cristianos


MOLINO DE SAN ANTONIO

Molino de San Antonio.i
Pudiendo datar su construcción en época medieval, hay documentos del siglo XVII que nos dicen que el molino contaba por esa época con una sola planta por lo que es de suponer que sufrió diversas intervenciones hasta llegar a tener la imagen que podemos ver en nuestros días. Durante sus últimos años de actividad, se dedico a la molienda de harina para cubrir las necesidades del ejército y a mediados del siglo XX su planta baja fue utilizada como astillero dónde se construyeron barcazas para navegar por el Guadalquivir.
El molino de San Antonio está situado en la margen derecha del Guadalquivir, próximo a la Torre de la Calahorra y compartiendo la llamada presa del Puente con los de Albolafia, Pápalo y Enmedio. En origen es probable que proceda de época islámica como otros molinos de Córdoba, aunque en este caso los primeros datos sobre este inmueble se remonta a los siglos XIV y XV, cuando fue conocido por los nombres de molino del Cascajar y molino del Infante. Estando compuesto en esos siglos de las típica ruedas verticales que identificaban a las aceñas. Durante el siglo XVI el molino del Cascajar pasó a ser conocido también como molino de Godoy o aceñas del Mayordomo, al convertirse la familia Godoy en sus nuevos propietarios, en Mayordomos del cabildo municipal. A esta fecha corresponde el grabado que Antón Van Den Wyngaerde realizó del molino y en el que aparee dotado con las características ruedas verticales  de aceñas y batanes. 

En estos primeros años del siglo XVIII se va a producir un cambio importante en la historia del molino, como es el progresivo abandono de los nombres  con que había sido conocido hasta la fecha (aceñas del Infante, del Mayordomo, del Cascajar) y su sustitución por el término que ha llegado al siglo XXI, molino de San Antonio. Este nombre debió imponerse a consecuencia de una imagen de San Antonio colocada en una hornacina sobre la puerta de entrada, tal como se ve en antiguos grabados del molino. El molino mantuvo su arquitectura primitiva recogida en el Registro de la Propiedad de 1867, siendo la única parte añadida después de esa fecha la planta superior que según los grabados y fotografías antiguas que de él se conservan, debió de ser edificada en torno a 1915 o 1920.

Permaneció este molino en propiedad privada hasta que en 2005 lo adquirió la empresa municipal Pro Córdoba; iniciando un proceso de restauración dirigido por el arquitecto cordobés Juan Cuenca Montilla, que finalizó en 2008. Mientras que las salas inferiores se han mantenido dejando a la vista la funcionalidad del molino en épocas pasadas, la sala superior se ha diseñado como un espacio de exposición o de interpretación permanente de los Sotos de la Albolafia.   

El molino San Antonio en el siglo XX
El arquitecto Juan Cuenca presenta la sala de Exposiciones 















MOLINO DE SAN RAFAEL Y MOLINO SAN LORENZO O DE HIERRO

Molino de San Rafael construido en la primera mitad del siglo XIX, fue fábrica de papel hasta 1840 y cuatro años mas tarde pasó a ser de producción harinera, siendo triple la sala dedicada a la molienda.

MOLINO DE SAN LORENZO O DEL HIERRO.

Contiguo al anterior, es el más cercano a la orilla. Su núcleo central es de planta cuadrada cubierta con una bóveda esquifada. El puente de acceso es de tres ojos, con dos crujías adosadas paralelas a la dirección de la corriente al oeste, y que se encuentra separados por arquería.
Molino de San Lorenzo
Molino de San Rafael






MOLINO DE LA ALEGRÍA

Construido entre dos canales aliviadores, con azud (máquina con que se saca agua de los ríos para regar los campos, generalmente una noria ) y puentecillo de conexión a tierra, la construcción anexa está dedicada a batán (edificio en que se encuentra la máquina hidráulica denominada de la misma forma ) y tiene tres salas en crujía paralelas dedicadas a molienda.

Su fachada cuenta con tres plantas, la baja es de piedra y las dos superiores son de ladrillo datadas éstas últimas en el siglo XIX.

Tras la rehabilitación del edificio en los primeros años de nuestro siglo XXI, se decidió adaptar el mismo a museo albergando en la actualidad el Museo Paleobotánico de Córdoba.

Integrado en el jardín botánico como Museo de Paleobotánico, este antiguo molino data de los siglos XV al XVI, conservando su actual estado según las reformas realizadas a comienzos del siglo XX. Se sitúa en la margen derecha del río. 




































http://www.artencordoba.com//blog//los-molinos del guadalquivir.

sábado, 6 de enero de 2018

DICHOS POPULARES

¿  Sabías qué ....  ?


METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS

La frase tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. La vara ( 835,9 mm) era una barra de madera o metal que servia para medir cualquier cosa y la alusión a las once vara es para exagerar la dimensión de la camisa que si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serian mas de nueve metros). La expresión se aplica para advertir la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.










        








        

miércoles, 3 de enero de 2018

DICHOS POPULARES

¿  SABÍAS  QUÉ ... ? 

MANDAR A LA PORRA

Antiguamente, en el ámbito militar, el soldado que ejecutaba el tambor mayor del regimiento llevaba un largo bastón, con el puño de plata y mucha historia detrás, al que se llamaba 
" Porra" . Por lo general, este bastón era clavado en un lugar alejado del campamento y señalaba el lugar  al que debía acudir el soldado que era castigado con arresto: 









"Valla usted a la porra", le gritaba el oficial y el soldado, efectivamente se dirigía a ese lugar y permanecía allí durante el tiempo que se mantenía el castigo. Posteriormente, fue cambiada la forma del castigo, pero la expresión mandar a la porra quedó en el uso del lenguaje del pueblo con un matiz netamente despectivo.