CARTA DE PEDRO
TESTIMONIO ANTE EL MUNDO
MATRIMONIOS
Respecto a las mujeres: sean sumisas a los propios maridos; de este modo, si hay algunos rebeldes a la palabra, la conducta de sus mujeres podrá ganarlos sin palabras, al ser testigos del escrupuloso recato de vuestra conducta. Lo propio vuestro no sea el adorno exterior de peinados y aderezos de oro ni la variedad en el vestir, sino la personalidad escondida dentro, con el adorno inalterable de un carácter suave y sereno. Eso sí que vale a los ojos de Dios. Así se adornaban antaño aquellas santas mujeres que esperaban en Dios sumisas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abrahán llamándolo su señor. Ahora, con hacer el bien y no alarmaros por lo que pueda pasar, os habéis hechos hijas suyas.
Respecto a los maridos: tened tacto en la vida común, mostrando consideración con la mujer, por ser de constitución más delicada, y también por ser herederas como vosotros del don de la vida; así podréis orar sin obstáculos.
COMUNIDAD CRISTIANA
En fin, tened todos la misma actitud y sed compasivos, con afecto de hermanos, buen corazón y humildad. No devolváis mal por mal ni insulto por insulto; al contrario, responded con bendiciones, pues a esto os llamaron: a heredar una bendición. Porque “ si uno ama la vida y quiere ver días felices, refrene su lengua del mal y sus labios de la falsedad; apártese del mal y obre el bien, busque la paz y corra tras ella”, pues “los ojos del Señor se fijan en los justos y sus oídos atienden a sus ruegos; pero el Señor hace frente a los que practican el mal” .
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