martes, 13 de diciembre de 2016

LEYENDAS DE CÓRDOBA

LA TERNERA DESCABEZADA DE LA CALLE


 DEL CAÑO

A la calle del Caño se refiere una de las tradiciones más inverosímiles con que nos han asustado cuando niños. Se decía que todas las noches, cuando la gente estaba recogida, salía de aquel caño una ternerilla descabezada que recorría el barrio dando bramidos; tanto que algunas personas habían muerto de susto al oírla. Nos contaban que una joven salió tan mala que dedicó su vida a las mayores deshonestidades, al par que tenía a su madre el trato más censurable, mal tratándola de palabras y obras, hasta que ésta un día desesperada, le dijo que ojalá hubiera parido una bestia cualquiera y no una hija tan infame, acompañando esto con tantas blasfemias y maldiciones que la Providencia, queriendo castigar a ambas, convirtió a la hija en ternera.
Antigua calle del Caño 

La madre en este apuro, sin saber que hacerse, esperó a que aquella se durmiera y le cortó la cabeza, arrojándola después en aquel caño, de donde salía todas las noches a purgar lo mucho que había pecado durante su corta vida. Algunos añaden que llevaba una túnica blanca, lo que la hacía más imponente.


Tan ridícula patraña debió caer en gracia, cuando aunque con diferente historia, eran varias las ternerillas descabezadas que había en Córdoba, puesto que tenemos noticias de tres, y creemos que aquel paso no iba a quedar un agujero por donde no saliese alguna, y sin embargo de ser un absurdo tan grande, estaba tan arraigada esta creencia que no hace mucho tiempo nos contó un sereno de aquel distrito que al cantar la hora en la calle del Caño oyó un aullido que le asustó, acordándose de lo que le habían contado. Volviose atrás dos veces, pero a la tercera, avergonzado de su miedo, siguió adelante repitiendo la hora y oyendo el mismo aullido, hasta que cerca del caño encontró un perro, en quien su voz hacía tal efecto que enseguida aullaba, gracia que le costó la vida, porque el sereno de coraje, lo atravesó con el chuzo.        
 

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