HISTORIA,
LEYENDAS E IGLESIAS DEL
REINO DE CÓRDOBA
Seguimos
bajando por la calle San Pablo, y a pocos metros llegamos a la plaza
de Orive en donde veremos la preciosa casa de los Villalones, obra
del siglo XVI de Hernan Ruiz II, con una terraza abierta típicamente
renacentista, con bello detalle en el alfiz de la puerta y bonito
patio en su interior.
A
continuación, en la cercana plaza de San Andrés veremos el precioso
Palacio-casa de los Luna, otra bella muestra del renacimiento del
siglo XVI, con preciosa balconada de ángulo recto, y preciosa
rejería en la cancela de entrada a un bellisimo patio cordobés.
Casi
al lado se encuentra la iglesia de San Andrés, que primitivamente
fue un templo romano, luego basílica mozárabe de san Zoilo,
importantísima en nuestra historia, aquí se guardaban los restos de
san Pelayo, san Eulogio y muchos mártires cordobeses que fueron
trasladados a León y Asturias durante la baja edad media y mas tarde
Fernando III la reconstruyó en gótico para ser hoy un templo
barroco, con una bella torre obra de Hernan Ruiz II de 1560 y un
precioso retablo de Pedro Duque Cornejo en su interior.
Siguiendo
por el Realejo, lugar que tiene su nombre porque por aquí estuvo
alojado Fernando III mientras esperaba tomar el Alcázar musulmán,
viendo curiosidades y bellos edificios como este. Seguimos por la
calle Santa María de Gracias. La calle de Santa María de Gracias es
una de las más antiguas documentadas de nuestra de ciudad. Ramírez
de Arellano alude sin citarlos, a algunos autores que la consideraban
parte de una vía romana. Tras la conquista aparece con el nombre de
Mayor de San Lorenzo, discurriendo entre el Realejo y los Padres de
Gracia por las actuales calles de María Auxiliadora y Santa María
de Gracia, esta recibe el nombre por el convento de dicha advocación
fundado en 1475 por el alcalde Mayor y veinticuatro de Córdoba, Don
Pedro Ruiz de Cárdenas, y que en la actualidad ocupa la plaza de
Juan Bernier. Dicho convento fue demolido a mediados de la década de
1970. Hubo que esperar casi veinte años hasta que el Ayuntamiento
decidiera transformar el solar en la plaza actual, según proyecto
redactado por el arquitecto municipal, Rafael Pérez de Siles.
Llegamos
a la iglesia de San Lorenzo, levantada en el siglo XIII, también por
Fernando III sobre los restos de la mezquita del arrabal de
Al-Mughira, donde Nació Ibn-Azham, el genial poeta autor de ese
maravilloso libro que es “El collar de la paloma”.
Aunque
la torre es también de Hernán Ruiz II de 1550, sobre el antiguo
alminar musulmán, es la que guarda mejor sus hechuras góticas.
Mantiene su estructura de planta basilical con tres naves, realzada
la principal y sus puertas son góticas apuntaladas. En su interior
bellisimos frescos italianizantes del siglo XV, recubren el ábside
del presbiterio. Paramos aquí nuestro paseo por hoy, en donde hemos
visto siete de las más importantes iglesias fernandinas de Córdoba.
Volveremos
algún otro día para enseñaros el resto.
Que
las disfrutéis.
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