jueves, 26 de enero de 2017

HISTORIA DE CÓRDOBA


Copia de la antigua Puerta Nueva
NOTAS CORDOBESAS



Vuelvo a citar a D. Teodomiro y el dice con respecto a esta calle de Alcolea ( hoy Alfonso XII): “Varias son las casas de esta calle dignas de mencionarse como de interés para nuestra historia. En primer lugar hallamos la número 96, propiedad de D. Agustín de Fuentes y Horcas: era la principal de unos de los mayorazgos fundados por el célebre caudillo Alcaide de Antequera Don Rodrigo de Narváez, en la esquina de la calle del Pozo, ( hoy Borja Pavón) se ven los escudos de estos apellidos y el de los Saavedra “. No cita al palacio del Marqués de Campo Alegre, que hoy es el “Centro de Protección de Menores Beatriz Enríquez “, asignado a la Junta de Andalucía.


Ilustración 1: Vista aérea actual de la Ronda de los Mártires
Y estimo que la que llama de Don Agustín de Fuentes es la n.º 35, pero no estoy seguro. Si hace hincapié, en los escudos de la pared de los apellidos Narváez y Saavedra, en la fachada de la casa n.º39. Esta casa fue antes que bloque de viviendas, el cine de verano Alfonso XII, y almacén de materiales de construcción, por lo menos en la etapa que yo lo he conocido. Ahora tiene un inquilino de prestigio y cordobés -de corazón porque no nació en nuestra ciudad- (don Julio ) Ilustre, que de joven vivió por los alrededores ( en la calle Borja Pavón). Pero que tiene méritos más que suficientes para que al igual que Borja Pavón tiene su calle, el tenga la suya. Considero que en vida es cuando se deben disfrutar de esos homenajes.


APERTURA DE LA RONDA DE LOS MÁRTIRES


Plano de 1811 francés de la futura Ronda de los Mártires
Nos encontramos en 1858, en la alcaldía se sopesó, teniendo en cuenta el feliz resultado económico de 1857, el adquirir lo que quedaba en pie del Convento de los Mártires en la Ribera. El convento como podemos ver en los planos de la época ocupaba un solar desde la esquina de la muralla cercana al rio, desde la puerta de Baeza (Santiago) y la llamada Torre de las Siete Esquinas que guardaba el recodo hacia el Molino de Martos. Por dentro lo delimitaba una calle que se llamaba de los Mártires, que empezaba en la calle del Tinte y acababa en la Puerta del Sol en el Molino de Martos y la calle del Viento.


La Ronda de los Mártires empieza en Campo Madre de Dios hasta la calle del Viento, a partir de ese punto empieza el Paseo de la Ribera, por esa razón está el nombre en la esquina de la calle del Viento ( hoy Ronquillo Briceño). Luego la Plaza del Peso de Martos, escalera de bajada a Pelambres, curioso el expediente de esa obra. S. Nicolás de la Axerquía, y Consolación, Picadero del Potro y fuente abrevadero de la Ribera y la Cruz de Rastro y Puerta de Pescad-ería. El edificio del convento estorbaba para sacar la carretera de Madrid Cádiz de dentro de la ciudad, y derivarla por el Paseo de la Ribera, de momento hasta la Cruz de Rastro.

El convento había sido declarado en ruina por el Arquitecto municipal Don Pedro Nolasco. Este edificio, dice Don Teodomiro Ramírez de Arelano se lo entregó Fernando III a Lope Abad y Fitero que fue obispo después. 61 años más tarde de la entrega , reinando Fernando IV el Emplazado, se rehabilitó. En 1531 había solo dos monjes allí. Luego se bajaron los de Santo Domingo,que se quejaban de que el lugar de la sierra era insalubre, increíble. Y luego le otorgaron a estos, los dominios, la propiedad que había sido del Cister.

Paseo de la Rivera, calleja del Viento




Ilustración 2: 1844, camino que bordeaba el Convento por el rio.
En 1570 lo visitó Felipe II que entró de rodillas desde la puerta hasta el sepulcro de Acisclo y Victoria ( bueno ellos lo creían así, Victoria no ha existido y Acisclo a saber desde la dominación romana donde estarían sus restos si fue cierta su presencia). Lo cierto es que colaboró en una nueva rehabilitación porque estaba en ruinas. Y Ambrosio de Morales dirigió la decoración de la capilla. Esta capilla era enterramiento de los Condes de Torres

Cabrera, patronato por escritura de 1594. Tenía un patio principal mezcla de árabe, mozárabe y grecorromano. El sepulcro de los Mártires estaba en la parte que daba al río, que estuvo mucho tiempo ruinoso.

Luego la exclaustración 1820, lo compro don José Severo García el 9 de Agosto de ese mismo año, en subasta. Luego cambio la ley se abolió el decreto en 1823 y le restituyeron las propiedades a los frailes y curas. Pero en 1835 nuevamente le dio la razón la justicia al comprador y un nuevo decreto en 21/1/1837 le dio la propiedad definitivamente al Sr. Severo. A su muerte 1848 el propietario era su hijo José García Obrero. Diez años después 1858 (ya estamos en el año del principio) se incluyó en el presupuesto municipal la compra y la cesión de la capilla que era aún del del Conde de Torres Cabrera.


Grabado de Guesdon 1860
Por lo tanto ya se podía prolongar desde Campo Madre de Dios, hasta

la Cruz de Rastro la carretera de Madrid Cádiz. Hubo otras propiedades
que se afectaron de la prolongación de lo que se llamó Ronda de los
Mártires: la casa n.º 3 de la calle de los Mártires; tenería y huertas nº 5 y 2 de la Ribera y Plazuela del Peso de Martos (salida de Mucho trigo),
y huerto y arboleda, edificio y venero a la salida del camino que circundaba el edificio dirección Arenal además de un lavadero anejo al huerto, que algunos hemos conocido y que se accedía por una puertecilla de una pared pegada al Molino de Martos, junto a la que
murió asesinado un joven por defender a una señora a la que le estaba
pegando su marido, ambos de etnia gitana.

Detalle del grabado de Guesdon, molino Martos y convento



Volvemos a las consecuencias del derribo del
Monasterio Convento de los Mártires como es
natural luego vinieron las quejas de los
puristas. 1862, Ramírez de las Casas-Deza
abogó diciendo que se había dejado caer en la
ruina el convento cuando se podía haber
arreglado por diez o doce mil reales, y sin
embargo se gastaron en los festejos de la visita
de la Reina 40.000 duros. Rafael de Luque
había informado que no se podía abrir al
tráfico la Ronda de los Mártires porque aún
estaban en pie dos pilares de la puerta del convento

Y aunque se habían aliviado las calles interiores, que soportaban el intenso tráfico de la carretera de Madrid – Cádiz por Puerta Nueva, San Pedro, Don Rodrigo, Cinco Calles, lineros y Lucano Hasta la calle de la Feria, nuevamente había que entrar por la puerta de la Pescadería (Cardenal González) hasta la Puerta del Puente, para cruzar éste y continuar la ruta a Cádiz, Málaga y Sevilla. Todavía estaba en cartera el derribo de las casas que daban a la ribera en el tramo de la Cruz de Rastro a la Puerta del Puente, que impulsó Isasa y por esa razón se le puso Ronda de Isasa. Estamos ya en 1882. Vamos que cuando se dice que “duras más que la obra del murallón” no es por gusto.

En una palabra, desde el Puente Nuevo hasta Campo Madre de Dios hay cuatro paseos o rondas, Avenida del Alcázar, Ronda de Isasa, Paseo de la Ribera y Ronda de los Mártires.

El ayuntamiento cumplió la promesa de hacer una ermita pequeña que conmemorara el lugar donde había estado el convento, que es la existe hoy y el Diario Córdoba de 17 de abril de 1883, decía: “Mucho ha ganado el sitio donde estuvo anteriormente la Puerta del Sol con la creación y apertura de la Ermita de los Mártires. La instalación del jardín que la rodea y el paseo inmediato, uno y otro perfectamente cuidado, llevan sobrante concurrencia en los días festivos”. Luego todo el entorno ha sufrido bastantes modificaciones.

Ermita de los Mártires y Ronda de los Mártires
En nuestros días el entorno volvió a sufrir reformas, primero con la reparación de la carretera N4 en los años setenta. Frente a la Ermita había una empresa de reparación de neumáticos, Vulcanizados Cuevas, y su lugar de trabajo antes de la reforma de la carretera nacional, eran los arcenes de la misma, luego utilizaba para los grandes tractores o maquinaria pesada un llano a la derecha de la ermita. Había solicitado que le dejaran una conducción bajo la carretera para que pudiera utilizar el compresor en aquel lado. En ese lugar tenía su “calle”, y empresa “La Paquera” que ejercía el oficio más antiguo del mundo. Se daba la circunstancia que era un lugar oscuro, solitario y de aparcamiento de grandes camiones.
En los primero años de la década de los noventa, con motivo del traslado de la Feria de mayo al arenal, se llego a un convenio con la empresa que gestionaba el Centro Comercial, para a cambio de poder abril ellos durante la semana de Feria, construyesen los accesos al recinto ferial, lo que es hoy Avenida del Compositor Rafael Castro. En un tiempo récord, dos semanas y por una decena de millones, la Ermita de los Mártires quedó en una isla, rodeada por ambas vías de acceso y salida del arenal, esto no acarreo costo alguno al Ayuntamiento pues lo sufragó íntegramente el Centro Comercial. Fue sin embargo criticado el Ayuntamiento por los ciudadanos que decían que siempre última hora se acordaban los arreglos de la feria, sin saber que a última hora el pueblo de Córdoba se había ahorrado un dineral y tenía un acceso mejor que el que disfrutaba entonces. Posteriormente la Gerencia de Urbanismo deshizo el trazado y realizó el que ahora está.

Detalle del dibujo de Baldi, la espadaña del monasterio de los Mártires en el centro y panorámica de los troncos en la orilla del rio.

Puerta de Baeza y Campo Madre de Dios de Baldí
Marco11
Detalle del dibujo de Daldí, la espadaña del Monasterio de los Mártires
Podemos ver una seria de grabados, de nuestra máquina del tiempo particular. Empezando por el más antiguo de Antón de Wyngaerde, 1567, en el que vemos el convento al lado del Molino de Martos y su espadaña. Después de una torre que seguro no era la suya, que era licencia del dibujante, vemos también una panorámica de Baldi, en la que se ve la muralla, y en la orilla del río muchos troncos, porque se transportaban entonces así. Otro dibujo, el espectacular de Guesdon, que suponemos lo hicieron desde un globo a mediados del siglo XIX en éste aún está presente el convento.  

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