lunes, 7 de septiembre de 2009

SINAGOGA DE SAMUEL LEVY O DEL TRÁNSITO

SINAGOGA DE SAMUEL LEVY O DEL TRÁMSITO.

Resulta de la expulsión, en 1492 y pasar a manos cristianas la bella sinagoga de R. Samuel Ha-Levy, afortunadamente, se respetaron las inscripciones; hoy día, no solamente forman el conjunto más hermoso de toda la edad media, sino que los datos históricos son de capital importancia para situar su momento histórico.

El cuadro principal del retablo, pintado por Correa de Vivar, mientras fue iglesia, representaba, la Asunción o Tránsito de la Virgen María, de ahí su denominación híbrida de Sinagoga del Transito.

A través de las inscripciones históricas, sabemos que se inauguró en el mes de TISRI, acabadas las fiestas del Seder del año 5117 es decir 1357.

Todavía en el siglo XVIII, existían al exterior dos rótulos, uno encima de la puerta “Esta es la puerta de Yahvéh, los justos entrarán por ella”, y otro más arriba, junto a la espadaña, “Abrid las puertas, y entrará un pueblo justo, guardador de la lealtad”.

Como es costumbre, nada hace presumir desde el exterior, la riqueza ornamental que aguarda el visitante.

Una nave diáfana de 23 m. largo por 9,5 de ancho, cubierta por un artesonado de alarce de los mejores de España.

El muro del Este, ostenta una suntuosa decoración, quedando abierto en el centro un hueco o nicho (Hekal) donde se coloca un arca o armario (Aron) que guarda los rollos (Sefarím) que componen la Ley (Torah), flanqueando el nicho, las inscripciones laudatorias a R. Samuel Ha-Levy, “varón colocado en lo alto, ¡Sea su Dios con él y lo ensalce!. Ha hallado gracia y misericordia a los ojos de la magna águila de enormes alas, hombre de guerra y campeador, el gran monarca nuestro señor y nuestro dueño EL REY DON PEDRO”.

Delante del Hekal, en el suelo, se ha conservado, un resto de lo que fue el antiguo pavimento de losetas vidriadas.

Los alarifes toledanos, rodearon los cuatro muros con dos franjas decorativas superpuestas, la superior combinando ventanales ciegos con otros abiertos, cuya luz, tamizan bellísimas celosías. La franja inferior con los escudos de Castilla y León, que entrelazan cenefas con epigrafía árabe y temas vegetales, de clara inspiración cristiana, pero con un realismo que supera a lo gótico, y con acento y ritmo oriental. Innovación que marca un hito en lo gótico-mudéjar toledano.

Todo ello enmarcado por los salmos de David, que en hermosos caracteres hebraicos, corren paralelos a la decoración.

Solamente el muro sur, se abre unos grandes ventanales de la galería destinada a las Mujeres, cuya decoración muy deteriorada, ha sido restaurada (1988), rivalizó con la de la sala de oración.

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