martes, 25 de octubre de 2016

HISTORIA DE CÓRDOBA

RESTOS DEL TEMPLO  ROMANO
PASEOS POR CÓRDOBA

Continuamos el paseo bajando por la calle Claudio Marcelo, al final de la cual nos encontramos con los restos de este belicismo templo romano del siglo 1º d.C. dedicado a Diana y que estaba en el foro de la ciudad romana, la altura de las columnas nos da una idea de lo grandioso del mismo y de la importancia de la urbe.

ENTRADA A LA IGLESIA
Casi enfrente del mismo veremos la Real Iglesia de San Pablo, sobre los terrenos que en su día ocupo el cinco romano y posteriormente un palacio almohade y que Fernando III el santo, que después de la conquista de Córdoba, cedió para la construcción de un convento, hoy desaparecido de los cuales queda esta iglesia tremendamente reformada en los siglos XVI y XVIII, que a principio del siglo XX estaba totalmente en ruinas, hoy es iglesia parroquial de gran belleza y de bonita entrada barroca con dos columnas salomónicas del año 1706 obra de Andrés del Pino y Bartolomé de Rojas. De entrada un pequeño compás
FACHADA PRINCIPAL
INTERIOR DE LA IGLESIA
En el compás podemos ver la preciosa fachada del edificio que aún conserva un precioso óculo gótico del siglo XIII muy restaurado, sobre una puerta de Hernan Ruiz II del siglo XVI. En un lateral, una bella portada gótica de entrada a una capilla algo deteriorada.

La planta de la iglesia es basilical, con una bella nave central, de bella cubierta mudéjar.

En esta iglesia se encuentran enterrados dos personajes de nuestra historia, uno de ellos es Martín López de Córdoba, uno de los grandes hombres de la nobleza, a los que Pedro I de Castilla (leed el libro “ El corazón del rey maldito “ y descubriréis lo apasionante que es nuestra Edad Media) , encumbró hasta hacerlo su canciller y que le fue fiel después de su muerte, defendiendo a sus hijos en Carmona durante dos años después del asesinato del rey por su hermano, el bastardo de Enrique II. Capituló, y una vez que las infantas estuvieron a salvo en Inglaterra, y no fiándose de la palabra del bastardo y de Pedro Girón entrego la plaza, pero el fratricida la incumplió su palabra, lo humilló en publico, le corto las manos y los pies, lo arrastrado y lo quemo vivo en la plaza de San Francisco de Sevilla el 12 de junio de 1371 y sus restos los esparció por los muladares de la capital hispalense.

Pedro Girón nunca más volvió a hablar al rey fratricida por este desafuero. Lo poco que quedo de Martín López, aquí en la iglesia de San Pablo lo enterró su hija cuando pudo.


LEONOR LOPEZ DE CORDOBA
MARTÍN  LÓPEZ DE CÓRDOBA
En la misma capilla se hayan los restos de su hija doña Leonor López de Córdoba, la primera mujer que gobernó en España y la primera que publicó unas memorias con su autobiografía y fue la válida de Catalina de Lancaster, la mujer de Enrique III de Castilla y nieta de Pedro I, y gracia a la cual, los bastardos de los Trastámara recuperaron algo de la legitimidad perdida por la Corona de Castilla. Otra vida apasionante que podéis leer en el libro “La Valida”.

 



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